¡Asegúrate de utilizar las cantidades indicadas a la izquierda para preparar tu receta! Llena un cazo con el agua para el arroz (ver cantidad en ingredientes), añade el arroz y sal al gusto y lleva a ebullición con el cazo tapado. Cuando hierva, baja a fuego medio-bajo y deja cocinar 11-13 min, removiendo ocasionalmente. Una vez cocinado, remueve el arroz para separar los granos y resérvalo en el cazo tapado.

Corta los filetes de ternera en tiras finas de 1 cm de grosor. Ralla la mitad del jengibre (doble para 4p). Pela y ralla el ajo (ver cantidad en ingredientes). Pela la cebolla, divídela en dos y corta una mitad (doble para 4p) en daditos. Corta el pimiento por la mitad y retira las semillas. Luego, córtalo en dados de 2-3 cm.

RECUERDA: Lávate las manos y los utensilios de cocina después de manipular carne cruda.

En una sartén grande, calienta un chorrito de aceite a fuego alto. Una vez esté caliente, añade la ternera, salpimienta y cocina 1-2 min o hasta que esté dorada. Retira de la sartén y reserva. En la sartén, calienta un chorrito de aceite a fuego alto. Luego, añade el pimiento y saltea 2-3 min, sin dejar de remover. Agrega la cebolla, salpimienta y cocina 2-3 min más, removiendo. Retira las verduras de la sartén y reserva junto a la ternera.

En la sartén, agrega un chorrito de aceite, el ajo y el jengibre. Calienta a fuego medio-bajo y cocina 1-2 min, hasta que se doren. Luego, agrega la harina (ver cantidad en ingredientes) y cocina 1-2 min más, mientras remueves con varillas, hasta que se tueste. Añade la salsa de soja, el agua para la salsa y el azúcar (ver cantidad en ingredientes de ambos) y lleva a ebullición.

Cuando la salsa de la sartén hierva, cocina a fuego medio 2-3 min más, removiendo frecuentemente, hasta que la salsa se reduzca y espese. Luego, añade la ternera y las verduras salteadas y cocina 1 min más, cubriendo con la salsa. Prueba y rectifica de sal y pimienta.

Sirve el arroz basmati en la base de los platos y coloca la ternera salteada con verduras encima.

SABÍAS QUE: Aunque la piel del jengibre es totalmente comestible, puedes pelarlo rápidamente rascando con ayuda del reverso de una cuchara para evitar despercidiar parte del ingrediente.